miércoles, 4 de enero de 2012

"YOU MADE MY DAY"

“You made my day”…
Quien más que yo quisiera haber sido la primera en saber los resultados.
Quien más que yo hubiese querido ser quien te abrazaba.
Quien más que yo quisiera raptarte y celebrarte.

Te ayudaré por siempre, pero me doy cuenta de que has volado con tus propias alas a un horizonte del cual no puedo hacerte volver…

Sólo quedan los recuerdos de aquellas tardes y bellos días y tormentosas discusiones que no eran sino sólo quejas por más cariño y más amor…

Fuiste todo para mí. Mi corazón siempre estuvo lleno de ti solamente. Vaciarlo no ha sido fácil. Sigo teniéndote pegado a mi piel. A mi cabeza y en mi…

Estoy  orgullosísima de ti. Siempre te dije cuan inteligente y extraordinario eras. Siempre supe que eras grande.
Siempre completaste mis días, sin embargo veo que estás en otra sintonía que no me permite entrar en ti…
TE AMÉ, TE AMO, Y TE AMARÉ COMO UN ÚNICO….
Siempre estarás y serás todo para mí…
Un brindis a la distancia por tan dichoso triunfo…

martes, 27 de diciembre de 2011

¿ Vámonos de vacaciones?



Hoy meditaba, pensaba, soñaba sobre tomar un bus, un avión o simplemente el volante. Cargar un bolso. Partir.

Recuerdo la última vez de mini vacaciones. Dormir, ver televisión, conversar, reír, caminar, comprar……con cierta timidez. Sin mirarnos mucho al rostro y sin hablar mucho de nosotros.
Con sentimientos extraños porque fue la única experiencia de convivencia real. Descubrir las mañas: estar pendiente del reloj, cambiarse de ropa varias veces, dormir a ratos y despertar varias veces, estar siempre pensando en el tiempo que se acabará y lo próximo que se hará…pero el más lindo recuerdo…verlo en el Casino jugar…parece que esa es su esencia, su hábitat…ja,ja,ja…

Tengo una imagen que no se me borra. Agua en mano, fichas en la otra concentrado en una mesa ganando afanado. Yo por mi parte un trago, parada a lo lejos para no dar la mala “racha” en el juego…su rostro irradiaba luz, felicidad. Su camisa celeste estaba impecable y él bello como de costumbre. Me pude ver junto a él haciendo una vida. Junto a su hija, mi hijo y definitivamente 2 más…los nuestros: uno que se parezca a él definitivamente y otro….no sé.

De pronto, se desconcentra del juego. Levanta la mirada y comienza a mirar a su alrededor. Bebe toda el agua y se gira y me encuentra. Y sonríe. Y me pide ir a su lado. Yo me río y sutilmente me acerco por su espalda y le hablo al oído. Le digo que estaré mirando de lejos para que no pierda. Le digo lo feliz que me hace verlo ahí. Me sonríe. Le sonrío. Le beso y él me abraza y me acaricia…su máxima prueba de amor es la que viene a continuación…deja el juego y prefiere caminar, dar vueltas por el lugar conmigo.

Dejamos la mesa y vemos otra y nos reimos de una niña que está enojada, como que no le gusta hacer su trabajo y sólo para reírnos decidimos jugar ahí. Quisiera volver a aquel día. A aquel momento. Quizás nunca se lo dije, pero lo gocé profundamente. Pude medir cuanto le he amado. Cuanto lo quiero a mi lado. Cuan feliz me hace estar cerca de él. Sostener su mano. Pasar momentos. Reírnos, Conversar.


Pero mi máximo placer es dormir con él, encima de él. Sentir cómo se le adormece el cuerpo y su brazo sosteniéndome. Escuchar su queja cuando se gira de aquella posición, pero su linda sonrisa cuando despierta desde matar a un zancudo hasta dar los buenos días…sólo yo tendré en mi mente y en mi cuerpo la forma que tiene de darme los buenos días…Eres tan bello, tan dulce, tan protector que cada día algo de ti me hace falta. Siempre hay algo de ti que necesito y algo de ti que extraño.

Dudo que lo entiendas, pero sin dudas que al campo, a una playa o en una pieza pasaría junto a ti las vacaciones.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ayer...



Corre las cortinas de su apartamento. El día esta nublado, sin embargo aún puede observar la ciudad.

Prende la televisión desde el sofá con el control remoto. Las noticias la atormentan y las novelas la aburren.

Pasa frente a un espejo y se mira. Lleva una polera blanca y sus pantaletas. Parece mas delgada, pero su rostro suave como siempre hoy esta opaco.

Ha comenzado a repasar sin saber por que aquellos recuerdos que no la dejan ser la misma de antes.

El sol, la risa la lujuria. Los buenos momentos junto a su familia a su hija, pero por sobre todo a él. Su perfume su piel su sonrisa y ladeo de cabeza. Sus manos sus besos y por sobre todo sus caricias.

Ella sabe bien que el ha comenzado "una especie" como es su costumbre de relación. Y si bien no siente celos hoy lo ha recordado más que antes más que como lo hace a diario.

Porque aunque no hable con él o de él, ella le eleva un saludo, un suspiro profundo todos los días. Ella no ha roto su promesa de escribirle a diario. Y es que desde que el entro en su vida nunca más volvió a ser la misma.


viernes, 10 de junio de 2011

LA FACILIDAD POR ALEJARSE DE AQUELLO QUE NO SOMOS CAPACES DE ENFRENTAR

De tanto en tanto en nuestras vidas vamos tomando decisiones y nos cruzamos con personas que nos van marcando, enseñando y nos permiten aprender, crecer, avanzar o a veces incluso – RETROCEDER -.
En mi caso, y por un tema o más bien una mezcla de personalidad con orgullo siempre voy hacia adelante. Jamás me rindo y siempre intento y aunque no lofre lo esperado salgo a flote de alguna manera.
Y es que no concibo aquellos seres que simplemente marcan el paso y lo que es peor, aquellos que van por la vida idealizando y galanteando a quien se les cruce, pero a la hora de haer algo real por el otro…nada…siguen marcando el paso.
Algunos también piensan o sueñan con que algún día estarán casados, con hijos y felices, pero de alguna manera sienten que pasará. Yo no soy así. Creo que uno construye lo que quiere que le pase. Lo bueno y lo malo.
En los últimos años…casi 3 me he sentido un  poco así…marcando el paso. Y es que me he rodeado de un cierto aura que por un tiempo pensé sería bueno y al cabo, como ya dije de casi 3 años me comienza a dar esa picazón que me hace darme cuenta de que no debo seguir cercana a esa aura…creo es mi conciencia.
Y en eso estoy…tratando de avanzar. De confiar. De dejar a un lado una baja autoestima provocada por otros según yo y que con el paso del tiempo me doy cuenta me auto provoqué porque dejé de creer en mí. En lo que soy capaz realmente de hacer y lograr.
En ese rollo que no es menos y toma tiempo y desgaste estoy cuando aparece alguien en mi vida. Totalmente opuesto a mí. Por varios motivos: formas de vida, pensamiento, crianza, formación y me doy el segundo de poner atención. Y me doy cuenta de que algo distinto, más simple, más cálido me comienza a entibiar no sólo el pensamiento. Y vuelvo a tomar fuerzas y me comienzo a re encantar conmigo con mis ganas y comienzo a ser aquella que era. La que no mide, la que no controla, la que simplemente hace, con el ánimo de mostrarle al otro cuán importante es. Bailarle alrededor y hacerle saber cuán bello es. Porque sí, debo decir que es bello, armonioso, cálido y de gran corazón. Me siento orgullosa de que se cruzara en mi vida.
Y en eso estoy arriesgándome, jugándomelas y de pronto me detengo…por qué? Porque aterrizo y me doy cuenta de que no me quiere. De que no me ama. Y de simplemente o posiblemente su desafío era tenerme. Y nada más que eso. Porque de otra manera no podría ser tanta indiferencia. Tanta frialdad. Tanto desinterés. Yo un buen apoyo para él. Él para mi…mi mundo.

Y lo que es peor…darse cuenta de que para él sólo fue una incompatibilidad. Podrán creer? Saben lo que realmente esa palabra significa?
“La incompatibilidad es incapacidad para unirse o existir conjuntamente”. Me gustaría que ustedes le preguntaran a él si eso se dio cuando estábamos juntos. Les aseguro que la respuesta es NO.
Siguiendo con aquella palabra: Saben dónde radica la incompatibilidad en el amor? En la prudencia, paciencia, en que alguien tiene que ceder más que el otro, no radica en el amor per sé, sino en el CARÁCTER de LAS PERSONAS.
Punto importante esto último porque creo que esa es la respuesta. Si uno viaja a donde el otro, si uno gasta el teléfono completo en el otro, so uno escribe horas completas sobre lo bello que es el otro, y si uno está ahí cuando se le necesita y el otro sólo se da tiempo para simplemente agradecer, esperar recibir y como mucho profesar que algún día se moverá….comprenderán que cualquiera se aburre no?
El amor es universal, no tiene rasgos, ni color, ni sabor, ni nada, todos lo sabemos, nace justo donde tiene que nacer, la compatibilidad o lo contrario solamente radica en la mente de los enamorados, de cada uno de nosotros.
La incompatibilidad en el amor radica pues en la ignorancia, en las mentes débiles que se dejan seducir por terceros, por lo que "dicen los demás", o bien, en la cerrazón, en la ceguera.
Es decir, uno  puede ser tan compatible como esté dispuesto a ceder, a compartir, a escuchar, a respetar, compartir, disfrutar, atender la relación, el lugar que le das a las cosas. Es responsabilidad también. No culpes al amor, a las circunstancias o al destino, uno es responsable de lo que pasa, no de él o ella, si no de uno mismo.
Es cierto, la otra parte no siempre está en sintonía, más no significa que no sea compatible, sino que tiene problemas tan agudos que afectan su vida misma y por ende, sus relaciones amorosas. Para ser compatible necesita aceptar que tiene problemas y no sabe cómo solucionarlos, dejarse ayudar y mejorar esos defectos.
Y en esos pensamientos estaba cuando alguien me habla y me dice….en resumidas cuentas catalogar de incompatibilidad es la cobardía de no enfrentar que no eres capaz de dar en forma real lo que se necesita para armar algo real…por ello, se sigue en el sueño, en la fantasía. El problema de ello, es que puede ser atractivo para cualquier mujer a los 15, 20 y hasta 30…pero pasada cierta edad….mejor ni calificar lo que uno puede pensar de alguien que simplemente se lava la mano y define todo  como una gran y simple...

INCOMPATIBILIDAD.

martes, 31 de mayo de 2011

DECLARACION...


El reloj marca las 06:15 como cada mañana. Un frío envuelve la habitación. Está extraño este amanecer. Algo dice que será distinto.
Como cada día me preparo para las tareas diarias de mamá y de trabajo, pero como nunca no he dejado de pensar en ti. De una manera diferente. Me duele el estómago de sólo decir tu nombre entre los dientes. He hablado con tu hermana por más de 45 minutos. Y algo extraño me sucede.
Me atrevo a llamarte. Y como siempre estás con tu voz lacónica, aquejumbrado, triste, molesto…derrotado. Me dices que te duele más que antes, que tienes miedo, que me quieres a tu lado. Yo desespero. Comienzo a llamar a todo el mundo, te envalentono a que vayas a urgencias, pero te resistes.
Todo el día estoy pendiendo de un hilo. Estoy atemorizada. Me siento culpable sin serlo. Tomo una responsabilidad que va más allá de lo que me corresponde. Hago mío un  tema que no lo es.
No sé que más hacer. He dado todo lo que ha estado a mi alcance. Pero también siento el cansancio y más que el cansancio el dolor, la pena, la frustración, la desdicha de que a pesar de todo, no soy digna de tu amor.
En eso estoy cuando me entero que vas camino a urgencia. Miles de veces planifiqué ese momento. Ese momento que quería fuera tuyo y mío solamente y ahí estaba yo. Atada de manos sin poder hacer nada más que bailar a tu alrededor para mostrarte cuan presente estaba. Entre llamados y direccionamientos y apariciones por el teléfono me mantuve cerca.
Y es que quería estar dentro tuyo. Encima de ti, pero no podía. La vida me lo impedía. El día a día me consumió. Un golpe en la cabeza de mi hijo me frenó.
Es tan difícil explicar todo…

 
Son tantas emociones revueltas. Tantos momentos que están siendo consumidos por la cruel realidad de no sentirse amada. De no sentirse digna de tu amor. De no sentirme a tu altura. A tu sutil y suave altura.
Desde que supe de tu enfermedad he prendido una vela en tu nombre. Cada noche intento ir hacia donde estas para tocar tu vientre y calmar el dolor. Quizás no lo sabes. Llevo años estudiando REIKI, y contigo lo he llevado a cabo. Intento demostrar cuanto te amo a cada instante. Te he pedido una simple foto. Y parece ser el sacrificio más grande de la tierra. En casi 8 meses aún no consigo nada.
La realidad me golpea. Me atolondra. Y me paraliza. Sé que no estás solo, aunque vives repitiendo aquello. Todos te queremos y estamos pendientes de ti. De tu salud, equilibrio y bienestar.
En eso estaba, cuando tu hermano me dice que me quede tranquila que ya estás frente a frente con “tu mariposa”, aquella que te ha dado paz por instantes. Algo de confianza y seguridad. Con quien has tenido conversaciones y confesiones.
Repaso la bitácora de recuerdos y me doy cuenta de lo profundo que estás o estabas o has estado en mi vida. Cuando te conocí yo estaba a días de dar mi respuesta. De tomar una importante decisión. Irme a vivir con alguien. Tener hijos. Armar una familia. Y sorpresivamente. Tibiamente me alejé de aquel deseo porque alguien…es decir…tú me mostraste, aunque fuese a la distancia otro lado de la vida: la delicadeza, la sonrisa, la simpleza, los sueños, los cuentos, el drama, los anhelos; en fin tantas cosas que pensé estaban olvidadas en mi.
Eso me movía en la adolescencia y en la juventud, pero desde que asumí  la maternidad y mi separación creo haber estado más cerca de lo agrio que de lo dulce. Pienso que nunca te había contado esto tan en detalle y quizás ahora, si lo lees podrás entender más a fondo más cosas. Y es que es tanto lo que deseo que seas para mí, y es que es tanto lo que deseo dormir entrelazada a ti cada noche y despertar con tu primer beso cada mañana. Y aún más con tu sonrisa y con cada travesura.
Quizás nunca entenderás por qué te necesité tanto en mi vida y por qué egoístamente deseo que crezcas que avances y es que yo creo que lo que uno desea no llega gratis o de pronto. Sí creo que uno puede trabajar para ello. Construir ese sueño en realidad. Sé lo bueno que eres. Lo inteligente, brillante y seco en todo lo que te propones. Miles de veces hemos conversado sobre que hubiese pasado si te hubiese conocido en el año 1997….no lo sé…no lo sabemos. Sólo sé que he escuchado muchas historias tuyas y sólo me quedo contigo mirándome de frente tomándome las manos. Abrazándome. Besándome.
En eso estaba cuando logro hablar contigo y entre sollozos entiendo que estas en buenas manos. Rodeado de amor y en comisión de servicio he dejado a la bella Marta y al oso  mayor a cargo y en representación mía. Sé que no es lo mismo, pero sé también cuánto amor y entrega hay ahí. No sabes cómo Marta te ama. No sabes cuantas horas Marta desea en sus plegarias que encuentres el camino de la felicidad. Sé que este tiempo les servirá.
Te amé y te amo como nunca en mi vida pensé amar. Lloro de alegría, de pena, de angustia. Cada vez que te pienso lloro. Quisiera que respiraras a través mío. Quisiera que siempre estuviera en ti. Quisiera que siempre hubieses mostrado tu interés en mí, pero sé que no es así ni será así.
Rezo para que todo pase pronto. Para que el dolor se vaya. Para que nada más te pase. Para que pronto escribas y te liberes de todos estos meses de carga, pesadez, dolor, angustia, malestar, rabia y comiences a respirar más tranquilo. Para que comiences a conocerte sin dolor. Sin molestia. Que recuperes fuerzas. Que recuperes el ánimo. El buen humor y la energía característica tuya. Que puedas pasarlo bien en definitiva como sólo tú sabes que quieres.
Por mi parte, creo que la tarea está hecha. He podido ayudarte a contenerte cuando lo has necesitado y tu a mí de vuelta cuando yo lo necesité.  Siento que he podido dejar un humilde recuerdo  en las vidas de tu maravillosa familia. Son extraordinarios. Bellas personas. Llenas de amor, ternura e inocencia. Sacrificio, tesón y por sobre todo amor. Creo y siento también que haberme conocido de alguna manera te ha servido para mirar la vida desde otra arista. Como papá, trabajador y hombre.
Siento que ya ha llegado el momento del adiós. Del desapego de la piel. Ese que va con los sentimientos. Ese que duele y que cala hondo en mi corazón y que aunque me quiebre y sí me sienta sola, porque a diferencia tuya mi familia no es como la tuya y mi entorno no se asemeja al tuyo es necesario para poder seguir viviendo. Creciendo. La conversación siempre va a ser necesaria y ojalá podamos hacerlo. Seriamente. Porque nunca lo  logramos porque intentamos disfrutar en vez de hablar. Y es que somos iguales en ese aspecto. Yo hago cosas por ti que no te las digo y tu por mí que no las dices y en ese proceso tú sientes seguramente que no te entiendo y yo por mi parte lo mismo y posiblemente nunca lleguemos a acuerdo, pero por mi parte estoy tranquila de lo que yo siento que te di y como te lo di.
Seguramente más de alguna decisión que tome de aquí en adelante no sea la más acertada, la más correcta ni la que me haga más feliz, pero sin duda, será alguna que me marque un camino. No quiero seguir perdida. No puedo seguir sin ti, pero tampoco te tengo. Entonces debo hacerme un rumbo y apegarme a ello.
Tengo claro que hablaremos y que seguiremos en contacto y con más de alguna recaída. Pero ya no será lo mismo porque mi cansancio me tiene tan enferma y tan sin aliento que me acostumbré a sentir que no soy querida por ti como yo quisiera y si me pongo soberbia como creo que me merezco.
Hago un alto y te llamo mientras lloro y tú estás solo en la cama de la Clínica. Marta ha ido al doctor. Y te pregunto como estas. Entiendo tus ansias de verme y lo único que te importa es saber dónde estoy. Te confieso que aún sin partir rumbo a ti porque el auto ha tenido un problema y lo de mi hijo en la cabeza está complicado por la operación y todo lo que tuvo antes…y ese es mi error…llamar para encontrar una palabra de aliento, de amor de pareja, de unión y la realidad me golpea. Me dices estar bajado de ánimo porque querías verme, me dices que ahora es bueno que pase por lo de mi hijo para que te entienda cuándo no has podido hacer algo por ser papá ante todo…y es que no puedo creer lo que escucho. Es imposible comparar. A mi hijo en más de una ocasión lo he dejado en manos de otros por estar contigo. Quien más que yo quisiera estar a tu lado. He soñado esto a tu lado. A tu hija solamente no pudiste dejarla sola una noche por estar conmigo, porque según tú podía asustarse si no  estabas. Hablamos de una adolescente que te puede tener a cuadras de donde vive. Ese no es el punto. El punto creo yo es el egoísmo de mirarse siempre el ombligo y no ponerse en los zapatos del otro.

Como bien dijiste una vez. No puedo hacer más. Mis fuerzas, mi desgaste me consumió. Mis prioridades cambiaron sin que yo quisiera. Pero el desamor me llevó a esto la desatención me inclinó hacia un lado que yo no quería. Quisiera no sentir esto. Quisiera no tener que pasar por esto, pero siento que es necesario para poder expresarte como veo yo las cosas. Desde que arista.
Quería decir más. Mis  manos iban más rápido que mi mente. Creo que por primera vez me di el tiempo de colocar todo en orden, pero se me congela el pensamiento. Tu respuesta a mi llamado me ha dejado ahí. Sin aliento. Sin movimiento. Como más de una vez lo has hecho sin saber.
En eso estoy cuando coloco al azar una canción de Alejandro Sanz, cantante por lo demás que no me gusta mucho, pero hoy me enseñaste que a ti te encanta y suena de fondo “Como te echo de menos”.
 

martes, 26 de abril de 2011

Un sol en las tinieblas




Un sol radiante iluminaba su pieza. Se despertó de un salto y con una alegría que no sentía hace un buen rato. Entró a la ducha y sonrió porque saltaba agua por todas partes...ya no había cortina ni artefactos. Todo estaba embalado y enviado a su destino.

Se vistió rápidamente, antes de que su padre la pasara a buscar junto a su hijo. En medio, del que fue su hogar 2 maletas. Llenas de ropa y cachureos relacionados a su pasado, a su vida.

Llegó al aeropuerto de la mano de su hijo. Su estómago estaba apretado. Su corazón latía fuertemente. Su hijo la observaba. El estaba un poco triste, pero afirmado más que nunca de la mano de su madre.

Se escucha el llamado a abordar. Nadie estaba con ellos. Sólo se tenían el unoa al otro. Avanzaron por un pasillo. Mostraron sus pases de abordaje y se sentaron en el avión.

Una chica se acercó al niño y le ofreció lápices para pintar. Él los agradeció, pero prefirió pasar. Quería hablar con su madre.

¿ Crees que realmente seremos felices ? ¿ Tenemos opción de volver ? La madre suspiró profundo. No sabía qué responder. Ella con más de 30 años y su hijo de tan sólo 8 la interrogaba cuan abogado experto. Ella simplemente e encogió de hombros, acarició su rostro y le dijo...creo que estaremos mejor...siempre que estemos juntos estaremos bien...y en la vida uno siempre puede planteare los escenarios. El se acurrucó en su regazo.

Comienza el despegue. La ciudad se ve cada vez más lejos. Atrás quedaba esa vida. Dura, de sacrificio, alegría,de dolores, buenos momentos, historias y éxitos.

Del otro lado sabía que alguien estaba a la espera de ella y de su hijo. Sabía que había alguien que la ayudaría a hacerse cargo de todo. Ya no estaba sola. Había creído y había apostado a una vida de cariño, de respeto de amor y de familia.

Sueños tan básicos para algunos como un jardín, un perro, caminar bajo la lluvia, jugar por el río con una pelota estaban a punto de concretarse. Estaba en paz, pero llena de miedo. No por el fracaso, sino porque ya no estaba en edad de volver a empezar, de perder todo lo que había construido no para ella si no para su hijo. Sabía que su hijo una vez más la estaba dejando ser.

La tranquilizaba estar lejos de su familia materna. Sabía que tendría así una mejor vida. Que la relación con su madre era riesgosa para la estabilidad emocional de su hijo. Sabía que la distancia los sanaría a todos.

En eso estaba cuando informan del aterrizaje. El niño se había quedado dormido.

Suena el "ring" característico del avión que permite sacarse el cinturón. Sutilmente despierta al niño. Se bajan del avión. Toman sus maletas y las puertas de salida se abren.

Tras la mampara de vidrio estaba él. Con su mirada de siempre. Sus ojos iluminados y con su cara media de lado. Esbozaba una sonrisa...en su mano sostenía un pequeño perro.

El niño fue a su encuentro y saltó a saludarlo. Se abrazaron tiernamente. Él le entregó el perro. Él se levanta para recibirla. La abraza lentamente por la cintura y la aprisiona contra su cuerpo y sutilmente al oído le dice..."bienvenida a casa"...

De pronto, suena la alarma. Marca las 06:40 del día 26 de Abril. Debe prepararse para ir al trabajo. Abre los ojos de un salto!!!! Observa a su alrededor...y ahí estaba...en su departamento de siempre, con los muebles de siempre, en un día como los de siempre...Sola alistandose para ir a despertar a su hijo y enfrentar un nuevo día.

viernes, 25 de marzo de 2011

CADA ENCUENTRO

Como plasmar cada cosa que me sucede. Cada cosa que me provocas.
Hay momentos únicos. Que son incapaces que se repitan en otras personas.
¿Por ejemplo? Cuando no vemos en cada encuentro. Siempre es la misma rutina. Siempre es la misma dinámica y lo que es mejor…el mismo sentimiento.
Yo camino. Tú vienes a mi encuentro. A paso lento. Tu mirada está fija. No se mueve. Penetra mi rostro. Lentamente se comienza a esbozar una sonrisa en tu rostro. Quedamos a centímetros. Tu brazo comienza a rodear mi cintura. Tu cuerpo se acerca al mío. Los brazos toman fuerza. Somos uno. Tu boca, mentón y bigotes se posicionan lentamente en mi cuello, y luego en mi regazo en el hombro. Sutilmente en mi oído escucho. Te quiero. Te extrañé. Comienzas a apretarme con más fuerza. Utilizas los dos brazos.
Tu cuerpo tirita. Tu corazón late fuertemente. Yo tomo tu rostro y te beso. Un beso sutil. Con fuerza. Intenso. Largo. Extremo. Con profundidad…Y sólo ahí el temblor de tu cuerpo para. Y se convierte en sonrisa, risa, felicidad, ternura y comienzo a hacer lo que más me gusta…colgarme a ti.
Te amo desde lo más infinito. Llenas mis días, mis horas. Cada momento. Añoro y cuento las horas para estar contigo. Es largo el camino, pero pronto sé que estaremos juntos. El próximo año será distinto.